dimarts, 24 de gener del 2017

No soy una vasija

Isabel Burdallo, Presidenta del MDD

Estoy embarazada.

El primer trimestre es duro. La comida me sienta mal. Vomito. No puedo comer nada crudo por la toxoplasmosis. Me vuelvo neurótica congelando el jamón y lavando con lejía la fruta. Lo que como y hago tiene consecuencias para una personita que se está formando en mi interior.

Segundo trimestre. Ya me encuentro mejor. Los pantalones no me valen. Tengo las tetas inmensas. Tengo la hormona tiroidea descontrolada por lo que tengo que tomar un pastilla diaria, posiblemente ya de por vida. Empiezo a sentir al bebe. Ya han descartado anomalías en el bebé pero tengo la placenta previa. Hay riesgo de grandes hemorragias. Me recomiendan reposo. Si no se sube la placenta será cesárea segura. 

Tercer trimestre. No me puedo poner los calcetines de lo grande que tengo la barriga. Tengo ardores de estómago. No paro de mear. El bebé se mueve mucho. Me encanta tumbarme en la cama y sentir cómo me da golpecitos, es como si me llamara desde dentro. Me despierta por las noches. No me deja dormir. Es increíble poder llevarlo conmigo a todos sitios. Aquí está a salvo de todo. Me pongo la inyección contra la tosferina para prevenir que la pueda coger al nacer. Por suerte la placenta ha subido. Pero aún así me recomiendan cesárea.

Tengo contracciones. Duele. Duele mucho. Que me pongan la epidural ya. Mierda. La inyección me ha pillado una pierna y he sentido un latigazo recorriéndola. Ya no me puedo mover de cintura para abajo. Joder, con epidural y como duele. Es una presión horrible la que siento en mi interior. Ya llevo 9 horas de parto. Me ponen más oxitocina. Joder, como duele. Ponedme más epidural. 

Ya estás aquí. Te saco con mis manos. Eres una niña. Eres preciosa. Es mi sangre la que te cubre. Es mi cordón umbilical el que unía tu cuerpo con el mio. 

Te llevan lejos de mí.

He firmado un contrato donde alquilaba mi útero durante 9 meses. Pero te he sentido crecer en mi interior. Has sido parte de mí. Mi cuerpo te anhela, pero ya no estás.

Me quedo sola, con el bolsillo lleno pero el alma vacía, y con dolores post-parto, y con una episiotomía de 3 puntos, y con un desorden hormonal tiroideo de por vida, y con sangrado vaginal, y con debilidad y con estrías que me recordarán toda la vida que una vez te tuve dentro de mí.

Ahora entiendo que soy algo más que una vasija.
Fuente: Merakilabbe

Nota: Este artículo se enmarca en la sección Actualitat Feminsita de libre publicación del blog del MDD, cuyo objetivo, es promover la participación de las lectoras y lectores. El Moviment Democràtic de Dones no se hace responsable ni del contenido ni de la forma de los artículos publicados en esta sección, que no son editados. Puedes mandar el tuyo a mddonescat@gmail.com. Rogamos claridad, concisión y buena ortografía y una buena dosis de perspectiva de género

dijous, 19 de gener del 2017

¿Vendo riñón, alquilo útero? Sobre el consumo de cuerpos de mujeres

Silvia Carrasco, Profesora de Antropología Social de la UAB y miembro de la Junta del Moviment Democràtic de Dones – Movimiento Democrático de Mujeres



Fuente imagen: Rafael Alejandro García

Marx y Engels pensaban en masculino y además se quedaron cortos en su capacidad de imaginar el alcance de la mercantilización de los seres humanos. Enteros o por partes, la tecnología médica de nuestra época permite un aprovechamiento óptimo de los mismos. Y sin lugar a dudas, los cuerpos de las mujeres -al contrario de lo que tradicionalmente se ha pensado, desde una supuesta carencia clave que impidiera considerarlas como seres humanos completos- ofrecen muchas más prestaciones como mercancías y desde su más tierna edad. Dada la tiranía del consumo capitalista y el valor supremo que consagra camuflado de derechos, la libre elección individual, los cuerpos de las mujeres no solo se pueden comprar y vender enteros o por partes, sino que se pueden usar al margen de sí mismas, mediante el alquiler. Y como en toda lógica del capital, se trata de abaratar costes y maximizar el rendimiento. Así como se venden o se roban riñones para quien pueda pagarlos, se alquilan úteros para disfrute temporal del consumidor hombre: caballero, elija la función que mejor se adapte a sus necesidades sexuales o reproductivas. Rompemos los precios, dos por una, oferta del mes, nuevos materiales, servicios intensivos, garantizamos todas sus fantasías, aproveche nuestra happy hour... Bonus: incluso suelen limpiarlo todo ellas mismas. Quien tiene a una niña o a una mujer, sin duda tiene un tesoro. La trata es un negocio de primer orden y las minas no se agotan nunca.

De ahí que cuando en una serie dirigida al público juvenil y en horario de máxima audiencia (Merlí, TV3, segunda temporada), un personaje gay afirma en la televisión pública que piensa tener hijos "con un vientre de alquiler" lo que hace es reproducir y legitimar la hegemonía masculina y el mercado. Lo veo, lo quiero, lo tengo. No importa cómo, es mi derecho de consumidor. Retrocediendo a las raíces, a la caverna de la violencia estructural contra las mujeres, como siempre, absorbida y ampliada por este insaciable modo de producción. Primero las piensan cuarteadas, para poseerlas por partes y plazos. Y luego se escandalizan de que las maten ¡Vaya incongruencia y qué muestra ínfima de solidaridad! 


Porque un derecho humano jamás se asienta en la degradación de un ser humano. Amigos gays, pensad desde la subalternidad y no desde el patriarcado y el capitalismo. Nos matan porque sigue siendo revolucionaria la idea de que las mujeres también somos seres humanos, como dijo Davis, que sabía bastante de esclavitudes y de derechos civiles. Esa, compañeras y compañeros, es sin lugar a dudas la primera contradicción. 

De la misma manera que donamos sangre, mujeres y hombres, y beneficiamos con nuestros cuerpos a los cuerpos de otros seres humanos sin perjudicarnos, debemos luchar incansablemente para que nadie se vea abocado a vender su riñón ni alquilar su útero para sobrevivir, y perseguir implacablemente a los miserables que hacen negocio con ello en el mundo global y local. ¿En qué momento se confundió el sueño de la emancipación de los seres humanos con la pesadilla neoliberal que se apropia de los seres humanos y de sus cuerpos, y, en especial, de los cuerpos de las mujeres? La izquierda debe reflexionar seriamente sobre ello ante los cantos de sirena de una noción de modernidad que produce monstruos. De esa ya quedó saturado el siglo XX. Y regularizar el consumo de los cuerpos de las mujeres equivale a legalizar la venta de órganos para saldar las deudas. Y este no es el modelo social que defendemos. 


Nota: Este artículo se enmarca en la sección Actualitat Feminsita de libre publicación del blog del MDD, cuyo objetivo, es promover la participación de las lectoras y lectores. El Moviment Democràtic de Dones no se hace responsable ni del contenido ni de la forma de los artículos publicados en esta sección, que no son editados. Puedes mandar el tuyo a mddonescat@gmail.com. Rogamos claridad, concisión y buena ortografía y una buena dosis de perspectiva de género


dissabte, 14 de gener del 2017

EL CONTRATO SEXUAL, CAROLE PATEMAN


Encarna Segura, MDD

Portada del libro: The sexual Contract, de Carole Pateman


"La diferencia sexual es una diferencia política, la diferencia sexual es la diferencia entre libertad y sujeción. Las mujeres no son parte del contrato originario a través del cual los hombres transforman su libertad natural en la seguridad de la libertad civil. Las mujeres son el objeto del contrato. El contrato (sexual) es el vehículo mediante el cual los hombres transforman su derecho natural sobre la mujer en la seguridad del derecho civil patriarcal"

Doctorada en la Universidad de Oxford, la británica Carole Pateman es teórica feminista, profesora de ciencias políticas y miembro de la Academia Británica. Sus trabajos de investigación giran en torno al estudio de la participación política, democracia, sexo e igualdad, en los que desafía las ideas establecidas. Su aclamada obra El contrato sexual, es ya un referente del feminismo.

La autora afirma en este trabajo que el verdadero pacto fundador como base de las sociedades patriarcales es el contrato sexual, anterior, según sus palabras, al que hasta ahora se creía que fundaba las sociedades humanas y que Jean-Jacques Rossseau denominó el contrato social.  El contrato sexual es un pacto entre varones en el que establecen como distribuirse entre ellos el acceso al cuerpo de las mujeres.

Mediante dicho contrato se mantiene a las mujeres sujetas y subordinadas en la esfera privada dentro del llamado patriarcado de la modernidad a través de los contratos que se derivan del principal: el de matrimonio, de trabajo,  de prostitución y de subrogación de la maternidad.


Sobre el contrato: "El contrato social es una historia de libertad, el contrato sexual es una historia de sujeción. En contrato original constituye, a la vez, la libertad y la dominación. La libertad de los varones y la sujeción de las mujeres se crea a través del contrato original, y el carácter de la libertad civil no se puede entender sin la mitad despreciada de la historia la cual revela cómo el derecho patriarcal de los hombres sobre las mujeres se establece a partir del contrato. La libertad civil no es universal. La libertad civil es un atributo masculino  y depende del derecho patriarcal. Los hijos destronan al padre, no sólo para ganar su libertad sino para asegurarse las mujeres para ellos mismos. Su éxito en esta empresa se relata en la historia del contrato sexual."

"El derecho político se origina en el derecho sexual o derecho conyugal, siendo el derecho paterno no el origen, sino sólo una faceta más del poder patriarcal. El patriarcado clásico se diferencia del patriarcado moderno porque precisamente este último no responde al "derecho del padre". La sociedad civil actual no está estructurada según el parentesco y el poder de los padres. Actualmente, las mujeres están subordinadas a los hombres en tanto varones, no en tanto padres."


Sobre la prostitución: "La percepción de la prostitución como un problema de las mujeres está tan arraigado que cualquier crítica de la prostitución acarrea muy probablemente la acusación que los contractualistas contemporáneos formulan a las feministas: que la crítica a la prostitución muestra menosprecio por las prostitutas. Sostener que algo está mal con la prostitución no implica necesariamente un juicio adverso sobre las mujeres que se comprometen en tal trabajo. Cuando los socialistas critican el capitalismo y el contrato de empleo no lo hacen porque menosprecien a los trabajadores sino porque son los defensores de los trabajadores. No obstante, la apelación a la noción de falsa conciencia, tan popular hace algunos años, sugieren que el problema del capitalismo era un problema de los trabajadores. Reducir la cuestión del capitalismo a las deficiencias de conciencia de los trabajadores desvía la atención del capitalista, el otro participante en el contrato de empleo. De modo similar, el supuesto patriarcal de que la prostitución es un problema de las mujeres asegura que el otro participante del contrato de prostitución escape al escrutinio. Una vez que la historia del contrato sexual ha sido contada, la prostitución puede ser vista como un problema de los varones. El problema de la prostitución entonces, aparece encapsulado en la cuestión de por qué los varones exigen que las mujeres vendan sus cuerpos como bienes en el mercado capitalista. La historia del contrato sexual también ofrece la respuesta: la prostitución es parte del ejercicio de la ley del derecho sexual masculino, uno de los modos en que los varones se aseguran el acceso al cuerpo de las mujeres."


Sobre la subrogación: "El calificativo <subrogada> indica que el fin del contrato es hacer irrelevante la maternidad y negar que la subrogada es una madre. La madre subrogada recibe pago a cambio de firmar un contrato que permite al varón hacer uso de sus servicios. En este caso, el contrato es para el uso de la propiedad que la mujer posee: su útero."

"Un contrato de subrogación difiere de un contrato de prostitución en que el varón no hace uso sexual directo del cuerpo de la mujer; más bien hace uso indirecto por vía de la inseminación artificial. La simiente del varón, para utilizar el lenguaje de Locke, se mezcla con el útero de la mujer y si ella cumple su servicio satisfactoriamente, él puede reclamar, por consiguiente, el producto como suyo propio. El lenguaje de Locke permite ver cual es el nuevo camino por el que transita el contrato. El contrato transformó el patriarcado clásico en moderno pero con la invención del contrato de subrogación un aspecto del patriarcado clásico ha regresado. Si el útero de una mujer no es más que una parte de su propiedad con la que se halla extremadamente relacionada, es ella, pues, un análogo de la vasija vacía de Sir Robert Filmer. Pero ahora se pueden hacer contratos respecto de la vasija vacía a fin de que el varón la llene con su simiente, otro ejemplo de la creatividad masculina, crea, en consecuencia, una nueva porción de propiedad. Quizá el varón que hace un contrato de subrogación puede ser comparado con un empleador que, según la doctrina del contrato, es el principio creativo que transforma la fuerza de trabajo en mercancías. Sólo que ahora puede hacer mucho más; en un giro espectacular de la tuerca patriarcal, el contrato de subrogación permite al varón presentarle a su esposa un último regalo: un niño."


A continuación, un recomendable análisis de El contrato sexual a cargo de la profesora de ciencias políticas Anabella Di Tullio Arias. (Universitat Pompeu Fabra)





Nota: Este artículo se enmarca en la sección Actualitat Feminsita de libre publicación del blog del MDD, cuyo objetivo, es promover la participación de las lectoras y lectores. El Moviment Democràtic de Dones no se hace responsable ni del contenido ni de la forma de los artículos publicados en esta sección, que no son editados. Puedes mandar el tuyo a mddonescat@gmail.com. Rogamos claridad, concisión y buena ortografía y una buena dosis de perspectiva de género.




diumenge, 8 de gener del 2017

Los hombres de verdad también violan

Isabel Burdallo, MDD

“Cuando los hombres descubrieron que podían violar, procedieron a hacerlo. Más tarde, mucho después, bajo ciertas circunstancias llegaron a considerar la violación como un crimen”.


En España, más de 1.000 mujeres somos violadas al año por hombres. Más de 3 mujeres violadas al día en nuestro país. Y nadie hace nada.

Con estos datos no debe sorprender por qué hoy se cumplen 1.000 días del secuestro de las niñas en Chibok. Niñas esclavizadas sexualmente y obligadas a ser madres de unas criaturas a las que no deseaban. Y nadie hace nada.


A continuación la traducción de un artículo publicado en la revista Every Day Feminism, titulado Real Men Do Rape, por Sian Ferguson, y las consecuencias de la normalización del mito de que "los hombres de verdad no violan".


Durante toda mi vida he oído que los hombres de verdad no violan. 
Pero el hombre que me violó no era imaginario; de hecho, era muy real.
Sin embargo, un gran número de personas usan la frase "los hombres de verdad no violan". Aunque por lo general tiene buena intención, en el fondo la frase daña a las supervivientes y refuerza la cultura de la violación.

Por lo general decimos que los hombres de verdad no violan porque estamos tratando de crear una cultura que avergüence a los violadores. Tratamos de hacer que se sientan inferiores a los "hombres de verdad. Esencialmente, queremos que sientan que la violación no es parte de una masculinidad "real".

El problema de decir que los hombres de verdad no violan es que la sociedad ya tiene una idea de quiénes son los "hombres de verdad".

Estamos tratando de decir "Oye, no necesitas violar para expresar o probar tu masculinidad." Pero en su lugar, la frase involuntariamente insinúa que los hombres que se ajustan a la masculinidad dominante son incapaces de violar.


1. EL MITO DEL MONSTRUO

Hay muchos mitos sobre la violación, pero uno que es particularmente peligroso es la idea de que los violadores son desconocidos, monstruos extraños.

Queremos sentirnos cómodos con la gente que conocemos, y por esta razón, es probable que creamos que conocer a alguien significa que es menos probable que nos asalte.
Varias fuentes demuestran que este no es el caso.

La mayoría de las víctimas de agresión sexual conocen a su agresor. En los Estados Unidos, se estima que alrededor del 73% de las víctimas conocían a sus perpetradores.

Por esta razón, el énfasis en el "extraño peligroso" puede ser increíblemente dañino.
Por supuesto, los extraños pueden ser peligrosos, pero debemos reconocer que la violación es cometida también por personas que conocemos - incluyendo a nuestros compañeros de trabajo, familiares, amigos, compañeros de clase, parejas sentimentales/sexuales, maestros, oficiales de policía, famosos respetados y líderes comunitarios.

Si enfatizamos excesivamente la idea de que la violación es cometida por extraños, efectivamente perpetuamos el mito de que no podemos ser violadas por personas que conocemos.

A pesar de que la idea detrás de este mito ha sido discutida por feministas y activistas durante muchos años, este término específico fue popularizado por Tom Meagher quien lo discutió en un blog llamado "El Peligro del Monstruo Mito."

La esposa de Tom, Jill Meagher, fue brutalmente violada y asesinada por Adrian Bayley. En la entrada del blog, discute cómo la sociedad perpetúa la idea de que los violadores son monstruos y no gente normal:

“El mito del monstruo perpetúa una reconfortante falta de conciencia de sí mismo. Cuando oí a Bayley formar sentencias en la corte, me quedé inmóvil porque había sido socializado para creer que los hombres que violan son locos, que llevan pantalones de chándal con zapatos de vestir y calcetines hasta la rodilla. Lo único más inquietante que ese paradigma es el hecho de que la mayoría de los violadores son hombres normales, hombres con quienes podríamos trabajar al lado o socializar, nuestros vecinos o incluso miembros de nuestra familia".

La idea detrás del mito del monstruo es simple: la sociedad cree que los violadores son hombres anormales, extraños, raros, y que los hombres que son "normales" no violan. Frases como " los hombres reales no violan" inadvertidamente perpetúan este mito.

Este mito es peligroso por dos razones clave. En primer lugar, significa que somos menos propensos a creer a las sobrevivientes que han sido violadas por personas que cumplen sus roles masculinos. En segundo lugar, conduce a la demonización posterior de los hombres que no se ajustan a los ideales masculinos de la sociedad.

Imagen retocada de la fuente https://www.threadpaints.com/butta/


2. EL DESCRÉDITO A LAS SUPERVIVIENTES

Demasiadas veces he oído dudar de la validez de las acusaciones de una violación basadas en el carácter del violador. Estoy segura que tú también.

Piensa en cómo la defensa de Woody Allen fue embellecida con detalles de su relación con sus hijos o cómo Phylicia Rashad defendió a Bill Cosby, diciendo que las acusaciones contra él habían sido orquestadas por alguien que quiere destruir el "legado" de Cosby y The Cosby Show.

Incluso en casos como Steubenville - donde había la evidencia en video de la violación - los medios de comunicación convencionales parecieron estar del lado de los violadores. Muchos medios de comunicación hablaron ampliamente sobre las "prometedoras carreras de fútbol" de los perpetradores, lamentando el hecho de que la violación obstaculizaría su futuro.

Al mismo tiempo, los medios parecían culpar a la víctima, que estaba borracha en el momento del asalto.

Estas defensas tienen patrones reconocibles: Confían en enfatizar cómo es de "normal" el presunto perpetrador. Y por supuesto, una parte de su normalidad es su adhesión a ciertas expectativas basadas en el género.

Bill Cosby jugó el personaje paternal de Cliff Huxtable, el cabeza de lo que Phylicia Rashad describió como "la familia americana". Woody Allen es un padre bondadoso. Ma'lik Richmond y Trent Mays eran estrellas de fútbol.

Estos hombres son "hombres reales" - actúan como la sociedad les dice que actúen. Entonces, ¿cómo podrían ser violadores?

La verdad es que cualquiera puede violar y ser violado, sin importar su carácter, su género o su edad. 

He conocido violadores que parecían inteligentes y genuinamente amables. He conocido a gente reflexibla e interesante, y más tarde enterarme que habían asaltado sexualmente a alguien. Mi violador era un tipo popular, inteligente, aparentemente dulce que era grande entre los académicos y un jugador de fútbol estrella.

Repita conmigo: Las personas que parecen agradables pueden ser violadores.

Las personas que parecen "normales" pueden ser violadores.

Los hombres de verdad violan.

El descrédito a las supervivientes no sólo significa que hay menos consecuencias para los violadores. Cuando culpamos a las víctimas o insinuamos que la mayoría de las sobrevivientes están mintiendo, desalentamos a las sobrevivientes de buscar apoyo y las aislamos aún más.


3. DEMONIZACIÓN DE LOS HOMBRES MARGINADOS

La frase "los hombres reales no violan" insinúa que los hombres normales no violan.
Pensemos cuidadosamente en los hombres a los que la sociedad considera "normal": cisgéneros, saludables, neurotípicos, heterosexuales, blancos, hombres de clase media. Por otro lado, los transexuales, los enfermos mentales, los discapacitados físicos, los no heterosexuales, los hombres pobres de color se consideran anormales.

Piensa en ello: En los programas televisivos sobre delincuencia, ¿con qué frecuencia es un violador en serie representado como mentalmente enfermo? ¿Con qué frecuencia se representa a las personas trans como víctimas de crímenes en contraposición a los autores de crímenes? ¿Con qué frecuencia los medios de comunicación muestran violaciones en entornos de clase media, en contraposición a situaciones de pobreza? ¿Con qué frecuencia son retratados como "extraños" los perpetradores de violencia sexual? ¿Con qué frecuencia los violadores son retratados como hombres negros?

En resumen, se cree que los hombres más privilegiados de la sociedad son incapaces de violar. Y eso no es casualidad, porque las personas privilegiadas ejercen una gran influencia sobre cómo los medios los representan.

Un ejemplo de esto es el estereotipo negro, que ha sido perpetuado por medios controlados por blancos durante muchos años. Esta es la idea de que los hombres negros son sexualmente violentos, lo que está relacionado con la percepción de la era colonial de que los negros eran sexualmente "desenfrenados".

Este es sólo uno de los muchos ejemplos de cómo los principales medios de comunicación perpetúan los mitos dañinos de la violación que fomentan la opresión de las personas marginadas.

¿Por qué nos aferramos a la idea de que los hombres de verdad no violan?

No puedo dejar de preguntarme por qué la sociedad insiste en que los hombres reales no violan. ¿Por qué esta idea es tan recurrente?
El hecho es que las personas normales violan. Muchos violadores no son, de hecho, valores atípicos de la sociedad - han sido socializados en una sociedad que sutilmente acepta la violación.

Pero admitir que las personas normales violan sería admitir que nuestra sociedad produce violadores.

Esta admisión nos obligaría a reconocer que somos cómplices de la cultura de la violación. Nos requeriría ser introspectivo, desafiar algunas de nuestras creencias y cambiar para mejor.

Nos obligaría a asumir la responsabilidad personal de perpetuar la cultura de la violación. Nos obligaría a pensar cuidadosamente cómo enseñamos el consentimiento de los niños, cómo nuestro lenguaje perpetúa la cultura de la violación, y cómo las instituciones defienden la cultura de la violación, como el sistema penitenciario.

Este es un trabajo extremadamente duro. Es más fácil descartar a los violadores como anormales que asumir la monumental tarea de desafiar a la cultura de la violación.

Pero si usted - como yo - está ansioso por abordar la cultura de la violación y crear una sociedad más segura y más solidaria para los supervivientes, debemos estar preparados para asumir esta difícil tarea.

***

Si realmente queremos reducir la incidencia de la violación apoyando a las sobrevivientes, necesitamos pensar críticamente acerca de las campañas contra las violaciones. Necesitamos preguntarnos si nuestras acciones y palabras hacen más daño que bien.


Decir que los hombres de verdad no violan es en última instancia dañina y opresiva. Para abordar eficazmente la cultura de la violación y apoyar a los supervivientes, debemos admitir que las personas de verdad pueden y violan.


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divendres, 6 de gener del 2017

¿Hay que seguir repitiendo lo obvio?

Artículo de Cruz Leal, MDD

“El soldado entró, pero volvió a salir inmediatamente, porque Eréndira quería hablar con la abuela. Ella se colgó del brazo el cesto de dinero y entró en la tienda de campaña, cuyo espacio era estrecho, pero ordenado y limpio. Al fondo, en una cama de lienzo, Eréndira no podía reprimir el temblor del cuerpo, estaba maltratada y sucia de sudor de soldados. 

– Abuela –sollozó–, me estoy muriendo. La abuela le tocó la frente, y al comprobar que no tenía fiebre, trató de consolarla.

– Ya no faltan más de diez militares –dijo. 

Eréndira rompió a llorar con unos chillidos de animal azorado. La abuela supo entonces que había traspuesto los límites del horror, y acariciándole la cabeza la ayudó a calmarse.

– Lo que pasa es que estás débil –le dijo–. Anda, no llores más, báñate con agua de salvia para que se te componga la sangre. 

Salió de la tienda cuando Eréndira empezó a serenarse, y le devolvió el dinero al soldado que esperaba. "Se acabó por hoy", le dijo. "Vuelve mañana y te doy el primer lugar”.

Luego gritó a los de la fila: – Se acabó, muchachos. Hasta mañana a las nueve.” 

(La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada. De Gabriel García Márquez) 

Estos diálogos novelados son una plasmación literaria de lo que es la prostitución. Pero la ficción es superada por la realidad que hipócritamente se silencia porque es áspera y bronca. El dolor y la rabia cortan la palabra testimonial de aquellas que han sobrevivido a su práctica conservando el valor de sí mismas. Y quienes intentan hacer de la prostitución un negocio que proclaman como el mejor trabajo posible, evitan siempre mencionar los hechos en bruto, mienten deliberadamente para intentar convencer de lo que consideran las innumerables ventajas de la actividad. 

La prostitución femenina en la Europa del siglo XIX ocupaba a un tercio de las mujeres censadas. El problema era alarmante para los gobiernos debido a sus consecuencias; enfermedades, muerte, violencia, sufrimiento y degradación social. Estaba legalizada como una actividad a la que las mujeres podían dedicarse desde los trece años. Sus condiciones paupérrimas eran mucho más miserables que las de la clase obrera en general. El testimonio del horror fue recreado por la novela social. 

A la par que los movimientos obreros surgieron los feministas que denunciaban la situación de las mujeres y exigían la abolición de la prostitución como práctica esclavista. Pero en su suerte nunca cayó una revolución y fueron necesarias dos guerras, un contrato social y la apuesta por un Estado de bienestar para que a mediados del siglo XX se pronosticara su desaparición. Al modificarse las condiciones de vida de las mujeres, poder acceder a un puesto de trabajo, al ejercicio libre de la ciudadanía y de su sexualidad, el número de prostitutas simplemente cayó en picado.

Este hecho es el testimonio palpable de que las mujeres en cuanto tienen una mejor opción, simplemente no eligen y no quieren prostituirse ni ejercer de tal. De hecho resulta difícil creer que alguna quiera hacerlo. Otra cosa muy distinta es que las mujeres deseemos hacer uso de nuestra sexualidad libremente. Salvo para algunas personas que han crecido en un mundo de derechos y cuya memoria está sesgada por el desconocimiento o el interés, cuesta imaginar que el deseo de prostituirse surja de modo vocacional en ninguna mujer. Que las mujeres no deseamos ser prostitutas es una obviedad que se confirma por el hecho de que solo algunas lo hacen y como reconocen algunas entrevistadas en los medios es solo por dinero, por lo tanto por necesidad y a falta de otras opciones laborales mejores. Todas tienen proyectos personales distintos y la prostitución es una opción pasajera.

Dado que las mujeres somos seres inteligentes y según se piensa llevamos puesta nuestra propia empresa; ¿por qué razón no nos dedicamos todas en cuerpo y alma a prostituirnos?, ¿por qué no sacamos beneficio personal de este inmenso y lucrativo negocio que es la prostitución?, ¿por qué preferimos engrosar las estadísticas de la pobreza pudiendo vivir como reinas?. Detrás de todas las explicaciones, interpretaciones y lecturas del fenómeno por el cual las mujeres rechazamos el ejercicio de la prostitución hay una razón incontestable; no queremos, simplemente nos negamos. ¿Por qué hay que repetirlo tantas veces?. ¿Tanto cuesta aceptar que nos revelamos contra aquello que se espera de nosotras, el sagrado mantra de que nacemos para putas y no servimos para nada más?. ¿Por qué molesta tanto esta transgresión?.

No queremos ser prostitutas. No queremos despertar cada día para aceptar que nuestro cuerpo sea penetrado, manoseado, maltratado… exhibiéndolo semidesnudo haga frio o calor, expuesto a miradas enjuiciadoras que valoran la carne en relación a su uso y precio. No queremos ser cosificadas y enajenadas de nuestra dignidad de personas para ser tratadas como escupideras de fluidos de desconocidos. Cualquier mujer conoce intuitivamente en qué consiste prostituirse y tenemos grabada en una memoria ancestral el temor a una agresión sexual por alguno que sin consentimiento ni deseo traspase las distancias. El conocimiento de este hecho es tan tácito que la violación y las agresiones sexuales son un arma de guerra efectiva desde siempre, no solo contra las mujeres, sino también como ataque a sus comunidades. Porque sus efectos sobre la mujer y su comunidad son tan catastróficos que desestructuran la vida comunitaria y la deja indefensa para la resistencia. Son tácticas de guerra ¿su parecido con los efectos de la prostitución, son simple coincidencia?.

El movimiento feminista a mediados del pasado siglo planteó la reivindicación de la sexualidad femenina y de su ejercicio en libertad, la sexualidad como disfrute y placer, la libertad de elección, la diversidad sexual y la posibilidad del descubrimiento personal y de la alteridad en unas relaciones elegidas y aceptadas en igualdad. El feminismo y las mujeres orquestaron un descubrimiento de su sexualidad, de sus propios cuerpos y de control sobre los mismos desde lo más íntimo, proyectando el cambio desde las relaciones interpersonales hacia toda la sociedad. En pleno siglo XXI los hombres tienen pendiente la asignatura de su propia evolución personal, su propia revolución sentimental y sexual, tienen pendiente ubicar su lugar en una sociedad igualitaria, una vez destronados como amos de la creación.

La nueva situación fue aprovechada por la industria del sexo para aumentar su volumen de negocio hasta cifras astronómicas y con la ayuda de los medios y la industria de la imagen nos vende cada día y con insistencia que el hecho de ser mujer y prostituta es un regalo divino. Los medios mercenarios nos agotan los argumentos de manera permanente imponiendo su mentira que ahora llaman postverdad, repitiendo machaconamente cada una de las falacias. Retuercen el discurso hasta el hastío para vender la prostitución como una opción laboral más, naturalizándola como actividad y consumo. Lo peor es la censura y el silencio cómplice con lo que significa la industria del sexo, sus efectos y consecuencias para toda la sociedad y la ocultación de los intereses y de los interesados en lo que denominan mercado. Y mientras ocultan a sus protagonistas distribuyen entrevistas con la cara amable del negocio de manera calculada. En ellas algunas mujeres que dicen elegir la prostitución, nos cuentan sus fantasías con naturalidad y caen permanentemente en contradicciones que sonrojarían a un niño, propagan las mentiras con total desfachatez revestidas de supuesta progresía, en un delirio mentiroso e interesado. Defienden el negocio de otros con falsa candidez, esperanzadas de algún beneficio, antes de que la propia industria que defienden las deje en la estacada cual muñecas rotas. Son los escudos humanos de una industria salvaje y esclavista que las expone como cebo de incautas.

Desmontar sus mentiras representa para el movimiento feminista un dilema moral. Como un ataque directo de las mujeres cuyos intereses defiende, cae atrapado en la vieja trampa del divide y vencerás, la encerrona propia de cualquier sistema de explotación y abuso. Buscan desmontarnos cuando afirman “somos putas y feministas” para pasar a hablar largo y tendido de la artesanía de su actividad y de las virtudes de sus clientes. Nada dicen de las condiciones de todas aquellas mujeres explotadas, niegan su sufrimiento, nada sabemos de lo que piensan con respecto a cualquier tema que afecte a la generalidad de las mujeres, sobre la violencia, la pobreza, el miedo en un época de mentiras, solo están ellas y sus intereses. Disfrazan de sororidad y emponderamiento lo que es sumisión y obediencia. Lo llaman transgresión ¿qué norma transgreden ocupando el lugar que el sistema nos tiene asignado? ¿qué crítica introducen en un sistema explotador explotándose a sí mismas? Ventilan de un plumazo los logros conseguidos con tanto esfuerzo en una lucha desigual durante tanto tiempo. Todos los esfuerzos por acceder a las ventajas de una sociedad en condiciones de igualdad, como sujetos de derecho y personas, el acceso a la formación y el trabajo, la defensa de nuestra dignidad… quedan pisoteados por el discurso del individualismo feroz del sálvate tú misma como culpable de tus desgracias. Si eres pobre, si tienes trabajos de mierda, es porque quieres, hazte puta y todo arreglado.

No soportan el planteamiento de la duda más elemental de su sistema de pensamiento neoliberal ¿qué pasaría si de pronto todas nos dedicáramos? Hablemos con la brutalidad del cálculo para las mercancías, hablemos de cómo esos salarios maravillosos se quedarían en calderilla y el siglo XIX entraría en los anales de una época gloriosa para toda la clase trabajadora, incluidas las mujeres.

Los datos de aquellos países que han optado por la prostitución como la mejor ocupación femenina así lo confirman. En Alemania de la misma manera que existen los minijobs para parados de larga duración, existen los minijobs en burdeles franquiciados, el precio de una felación es de tres euros ¿Cuántas felaciones hay que hacer en un día para obtener un salario digno al acabar la jornada? En Nápoles por diez euros te ofrecen dos horas con una prostituta, cinco euros la hora. Si ampliamos la oferta ¿hasta dónde van a caer los precios? Durante los últimos juegos olímpicos en Brasil hubo un llamamiento masivo para la captación de jóvenes, incluso niñas. Los precios oscilaban sobre los cincuenta euros de los que se descontaban los usos de lavabo, habitación, toallas… lo que se llevaba cada joven no llegaba a los cinco euros. Son demasiadas coincidencias. ¿Acaso alguien conoce a alguna prostituta rica? Cuando me pregunto por estas cuestiones tan obvias me refiero a alguien que tiene que aceptar la imposición de más de diez hombres al día. No estoy hablando de una mujer con una vida sexual libre y diversa. Éstas no son prostitutas por más que se insista en el empeño, cuando una mujer hace con su sexualidad aquello que le viene en gana, cuando le viene en gana y con quien y cuantos le vienen en gana, no es una prostituta, es simplemente una mujer y lo único que se me ocurre decir de ella es que tiene tiempo, no veo en ello nada peyorativo.

En nuestro país la patronal de empresarios siempre sale a la palestra exigiendo un mayor esfuerzo a los trabajadores a cambio de menores salarios y peores condiciones laborales. El mundo de los negocios teje estrechos lazos con la industria de la prostitución y de las drogas, sus tratos y celebraciones siempre exigen un ritual de machismo al por mayor con drogas y putas que cuando sale a la luz pública genera repulsión. De verdad alguien cree que una vez reconocida la prostitución como un trabajo cualquiera, sus trabajadoras recibirán un mejor trato, mejores salarios, mejores condiciones que el resto de trabajadores. ¿Por qué la clase trabajadora en general no opta por esta actividad que ofrece tantas ventajas? La misma clase trabajadora ha abandonado a su suerte a sus propias mujeres.

Cuando una mujer dice que acepta la prostitución como un trabajo y alude a las condiciones de miseria que le reporta una actividad laboral cualquiera, está confirmando las condiciones de miseria y reconociendo la necesidad de prostituirse porque no tiene nada mejor. Que un organismo como la ONU diga en un supuesto informe sobre la prostitución que solo tres de cada siete lo hacen obligadas y el resto lo ejercen libremente, sin comparar con las cifras de pobreza femenina y su coincidencia geográfica con los centros de la actividad y las características sociopolíticas y económicas del entorno, es todo un ejercicio de hipocresía. La hipocresía de un organismo que ha vendido sus principios y que ha sido capaz de poner en el Consejo de Derechos Humanos a un país como Arabia Saudí que ni tan solo los contempla, que mantiene un total desprecio por las personas en general y que no reconoce a las mujeres lo sean, que mantiene la pena de muerte por lapidación de las víctimas, los castigos corporales, no tolera la crítica o la disidencia, ejerce la esclavitud y no cree en la democracia.

Los verdaderos protagonistas de la prostitución no son las mujeres, los protagonistas jamás dan la cara, su poder está en la sombra. Hablar de prostitución es hablar de grandes cuentas en los bancos, en paraísos fiscales, de inmensas cantidades de dinero que corren en negro para comprar voluntades y leyes protectoras del negocio. De lobbies que presionan gobiernos y rigen los mercados con mano de hierro y desprecio social. De todos aquellos que no aparecen en los medios; inversores aislados en burbujas que con pulsar una tecla arruinan países; de falsos empresarios que son en realidad proxenetas y no dudan en encerrar a sus víctimas para sacarles beneficios y cuya suerte les es indiferente; de traficantes de cualquier cosa que les lucre, seres envilecidos como lo fueron y siguen siendo los tratantes de esclavos; de chulos y macarras capaces de amedrentar, golpear, violar y si la situación obliga, matar. Una historia conocida por todos y que los medios silencian y censuran deliberadamente.

Hablar de prostitución es hablar de lo que las mujeres no queremos hacer salvo obligadas. Y también es hablar de la hipocresía de un modelo económico caduco que ha llegado al límite y pretende retroceder hacia la esclavitud consentida, corrompido por la codicia y la basura en los discursos huecos de aquellos que temen perder su comodidad. Que nos cuentan mentiras sin pudor y son alentadores de un sistema salvaje porque les falta imaginación, talento y valor para enfrentarse al mismo. Es hablar de la cobardía de quienes piensan, hombres y mujeres, que a ellos nunca les va a pasar. Piensan que la prostitución es algo que afecta a las mujeres pobres y sin recursos; mejor que consientan y lo hagan contentas. Mejor es venderles una ilusión de libertad, responsabilizarlas de la elección de su desgracia.

Soy feminista, abolicionista por ello, porque el feminismo no se preocupa tan solo de algunas mujeres, incluye en su modelo social a toda la sociedad y habla de personas en igualdad. También soy trabajadora social y en mi trabajo están presentes de forma constante el dolor y el sufrimiento. Casi siempre están en relación con la pobreza y la desigualdad. Creo en la política como modo de convivencia y creo y exijo políticas de igualdad y recursos suficientes. Mi opinión profesional es que nunca se han hecho políticas para erradicar la prostitución, nunca se han destinado recursos, nunca se ha planteado el objetivo de su erradicación por considerarse que había otras prioridades. Se han necesitados siglos para abordar la pobreza y la desigualdad, como un problema y no vivirlo como una desgracia ajena, desde los primeros planteamientos. Es importante recordar la historia.

Hace tan solo unos años, la pobreza era la desgracia de algunos excluidos, inadaptados y poco cualificados, era algo ajeno. La mayoría creíamos ser clase media, qué cosas. En estos momentos atendemos casos de familias de clase media, que tuvieron buenos trabajos, con cualificación, con prestigio y reconocimiento; han sido dejados en la cuneta, apartados por un sistema que no quiere compromisos con nadie, que le estorban las reglas y convenios, que solo le interesa la carne fresca y sumisa del que tiene miedo y calla y acata. Pero solo un tiempo, porque tiene mucho donde escoger. Puede que estas familias estén pensando que una salida sea la de prostituir a sus mujeres e hijas. Es seguro que algunas lo estén haciendo. Es infame que se las intente convencer de que prostituirse es lo único que pueden hacer. Que es lo mejor, que además lo han elegido libremente y que con ello reventarán el sistema que las explota.

Cruz Leal, por un feminismo como último ideal universalista.



La red de Municipios libres de trata de mujeres y menores para la explotación sexual, nace para que cada municipio se implique activamente, hoy más que nunca, en esta lucha por la igualdad de hombres y mujeres apostando por la abolición de la prostitución empezando este compromiso por unirnos a la red de ciudades libres del tráfico de mujeres, niñas y niños destinados a la prostitución.


Municipios adheridos a la red

  1. Ayuntamiento de Zamora (Castilla y León). Moción presentada por IU y aprobada por unanimidad: IU, PSOE, PP, Ciudadanos. Noviembre de 2015.
  2. Ayuntamiento de Medina Sidonia (Cádiz. Andalucía). Moción presentada por el PSOE y aprobada por unanimidad el 26 de noviembre de 2015 (9 del Grupo Municipal I.U-L.V., 6 del Grupo Municipal Socialista y 1 de la Concejala del Partido Popular).
  3. Ayuntamiento de Huelva (Andalucía). Moción presentada por IU y aprobada por unanimidad: IU, Ciudadanos, PP, PSOE, Mesa de la ria y Huelva participa. Enero 2016.
  4. Ayuntamiento de Pola de Gordón (León. Castilla y León). Moción presentada por IU: Apoyada por unanimidad: IU, PSOE, PP. 23 Enero 2016.
  5. Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona. Cataluña). Moción presentada por PSC y MDD aprobada por mayoría: A favor: PP, C’s y PSC; Abstención: Som Gramenet, Gent d’esquerres-ICV-Euia. 25 de enero 2016.
  6. Ayuntamiento de Sils (Gerona). Aprobada por Unanimidad: IDS-MES-IdSELVA, CiU, CAPGIREM SILS-CUP-PA, ERC–AM, e ICV-EUiA-E. 28 enero 2016.
  7. Ayuntamiento de Mejorada del Campo (Madrid). Moción presentada por Izquierda Unida-Ganemos Mejorada. Aprobada por Unanimidad: IU-Ganemos Mejorada, PSOE, PP, Mejoremos, UPyD. 28 enero 2016.
  8. Ayuntamiento de Linares (Jaén. Andalucía). Moción presentada por IU. Aprobada por mayoría. A favor: IU; PSOE y PP. En contra: Ciudadanos. Abstención: CILUS (grupo local). Enero 2016. (Ver debate y moción aprobada)
  9. Diputación de Huelva (Andalucía).
  10. Diputación de Toledo (Castilla La Mancha). Moción aprobada por MAYORÍA (votaron a favor PSOE, PP e IU, con la abstención de Ciudadanos).
  11. Diputación de Córdoba (Andalucía). Presentada por IULV-CA y aprobada por unanimidad (Ver Moción aprobada)
  12. Diputación de Barcelona (Cataluña).
  13. Diputación de Sevilla (Andalucía) aprobada por unanimidad.
  14. Ayuntamiento de Benalmadena (Málaga. Andalucía). Aprobada por Unanimidad: PP, PSOE-A, C’s, CSSPTT, IULV-CA-PARA LA GENTE, Vpb y @LTERNATIVA XB. 28 enero 2016.
  15. Ayuntamiento de Sant Boi del Llobregat (Cataluña). Aprobada por 24 votos a favor (10 PSC, 4 ICV-EUIA, 3 ERC, 2 PP, 1 Gent SB, 1 CDC,3C’s) y 1 abstención (Gent SB-CUP). 0 votos en contra.
  16. Ayuntamiento de Barakaldo (País Vasco).
  17. Ayuntamiento de Málaga (Andalucía).
  18. Ayuntamiento de Hospitalet del Llobregat (Barcelona. Cataluña).
  19. Ayuntamiento de Esplugues (Barcelona. Cataluña).
  20. Ayuntamiento de Sant Cugat del Valles (Barcelona. Cataluña). Moción presentada por PSC y CDC. Aprobada el 18 de abril con 11CDC+1PSC votos a favor de CDC (11), PSC (1) y PP (1); en contra ICV-EUIA (2), C’s (3), ERC-MES (3) y CUP (4).
  21. Ayuntamiento Miranda de Ebro (Castilla y León). Moción presentada por IU-UP: Enero 2016.
  22. Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo (León. Castilla y León). 32.000 habitantes. Moción presentada por IU el 25 de febrero de 2016. Aprobada por 17 votos a favor (6 PSOE, 4 IU, 5 PP y 2 UPL) y 3 abstenciones (C’s).
  23. Ayuntamiento de Lugo (Galicia): Moción aprobada en Pleno del Concello de Lugo con 22 votos a favor (PP 8, PSOE 8, Lugonovo 3, BNG 2, IU 1). Abstención de C’S.
  24. Ayuntamiento de Totana (Murcia): Moción aprobada por unanimidad. A favor: Ciudadanos 1, Ganar Totana-IU 6, PSOE 6, PP 8.
  25. Ayuntamiento de Águilas (Murcia): Moción presentada por Ganar Aguilas (IU), pero consensuada por todos los grupos municipales, en marzo de 2016. Aprobada con 21 votos a favor de todos los grupos (PSOE 10, PP 9, Podemos 1, IU 1).
  26. Ayuntamiento de Sant Vicenç del Horts (Cataluña)
  27. Ayuntamiento de Guadix (Andalucía): Moción aprobada por unanimidad (17 votos a favor de todos los grupos políticos del pleno: 7 psoe, 7 pp, 1 C’s, 1 Gana Guadix y 1 IU).
  28. Parlamento de Navarra: Moción presentada por PSN y aprobada en la comisión de Relaciones Ciudadanas e  Institucionales con los votos a favor de todos los puntos por parte de Izquierda-Ezkerra (1), PSN (2), UPN (4), PP (1). En contra y abstención en algunos puntos: Bildu (2), Podemos(2), Geroa Bai (3).
  29. Ayuntamiento de Olite (Navarra): Moción presentada por PSN y aprobada por unanimidad: Agrupemos-Elkartu (6), UPN (4), PSN (1).
  30. Ayuntamiento de Allo (Navarra): Moción presentada por PSN y aprobada por 5 votos a favor y 3 abstenciones. ASA (Allo siempre Allo) (3), PSN (2); Abstención UPA (Unidos por Allo) (3).
  31. Ayuntamiento de Castrillón (Asturias). Moción presentada por IU y PSOE conjuntamente en el Pleno del 26 de Mayo y aprobada por unanimidad.
  32. Ayuntamiento de Gavá (Cataluña): Moción aprobada con los votos a favor: 8 del PSC, 3 ERC, 2 CONVERGENCIA, 2 PP  y 2 PODEM. En contra 4 Ciutadans.
  33. Ayuntamiento de Sant Quirze del Vallès (Cataluña): Moción presentada por PSC y aprobada.
  34. Ayuntamiento de Berriozar (Navarra. 9.625 habitantes): Moción presentada por PSN. Aprobada por unanimidad: BILDU (6), PSN (2), UPN (2), Izquierda-Ezkerra (2), Geroa-Bai (1).
  35. Ayuntamiento de Valle de Egüés (Navarra. 19.024 habitantes): Moción presentada por PSN. Aprobada por mayoría: A favor PSN (1), UPN (6), Somos Valle de Egüés (2). Abstención Izquierda-Ezkerra (1), Geroa-Bai (5), BILDU (2).
  36. Ayuntamiento de Olias del Rey (Toledo): Moción aprobada por unanimidad con los votos a favor de IU, PSOE y PP.
  37. Ayuntamiento de Conil de la Frontera (Cádiz). Moción aprobada el 26 de mayo por unanimidad de todos los grupos políticos: IU, PP, PA y PSOE.
  38. Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Moción aprobada el 31 de mayo con los votos a favor del PSOE, IU y Podemos. Abstenciones de PP y Ciudadanos.
  39. Ayuntamiento de Huelva (Andalucía). Moción aprobada por unanimidad.
  40. Ayuntamiento de Aljaraque (Huelva). Aprobada por unanimidad la moción contra la trata.
  41. Diputación de Toledo (Castilla La Mancha).
  42. Ayuntamiento de Olías del Rey (Toledo).
  43. Ayuntamiento de Illescas (Toledo).
  44. Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo).
  45. Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta (Sevilla).
  46. Ayuntamiento de Tineo (Asturias).
  47. Ayuntamiento de Vicar (Andalucía). Moción presentada por IULV-CA y aprobada por 20 votos a favor (IULV-CA, PSOE y PP) y la abstención de C’s.
  48. Ayuntamiento de Murcia
  49. Ayuntamiento de Blanes (Catalunya): Batega x Blanes, ERC, PP, CDC, PSC, Ivc-EUIA (3 a favor (euia) 1 abstencio (regidor icv) No: C’S i CUP.
  50. Ayuntamiento de Arrasate/Mondragón: Moción presentada por  grupo político Irabazi-Arrasate (IU, Equo,independientes). Aprobada por 11 votos a favor y 9 abstenciones. A favor; Irabazi-Arrasate 1, Baleike (Podemos) 2, PNV 8. Abstención; BILDU 6, PSE-EE 3 (Ver moción aprobada).
  51. Ayuntamiento de Aldaia (Valencia): Moción presentada el 26 de abril por Esquerra Unida Els Verds y aprobada con los votos favorables de todos los grupos municipales, salvo Compromis. La moción fue apoyada por 19 votos favorables de PSOE, PP, Ciudadanos, Sisepuede y EU Verds, más la abstención del concejal y concejala de Compromís. Se puede leer aquí el acta pleno 4 _26-04-16_ con el debate producido en torno a la moción y los resultados de la votación.
  52. Ayuntamiento de Tortosa (Catalunya).
  53. Ayuntamiento de Begues (Catalunya). Moción aprobada el 1 de junio de 2016. Aprobada por 11 votos a favor (CDC, GdeB-CP, TXB, ERC-AM y PP) y dos abstenciones (EB-ICV). (Ver moción aprobada)
  54. Ayuntamiento de Alaquàs (Valencia). Moción presentada por el grupo municipal EU y aprobada el 28 de julio de 2016, por 16 votos a favor (9 del grupo del PSOE, 5 del grupo del PP, 1 del grupo Compromís y 1 del grupo de EU) y 5 abstenciones (2 del grupo CET, 2 del grupo Compromís y 1 del grupo C’s). (Ver moción aprobada).
  55. Ayuntamiento de Calvià (Isla de Mallorca). Moción presentada en mayo de 2016 por  la coalición Esquerra Oberta de Calvià (Esquerra Unida de Calvià y Més per Calvià) y aprobada por unanimidad de todos los grupos (PSOE, SI SE PUEDE CALVIÀ, PARTIDO POPULAR, ESQUERRA OEBRTA, CIUDADANOS y GRUPO MIXTO). (Ver moción aprobada).
  56. Ayuntamiento de Aguilar de Campó (Castilla y León). Moción presentada por el grupo municipal de Izquierda Unida el 13 de junio de 2016 y aprobada por unanimidad de todos los grupos municipales. (Ver moción aprobada).
  57. Ayuntamiento de Ciudad Real. Moción presentada por el grupo municipal Ganemos y aprobada el 28 de julio de 2016, por 13 votos a favor (Ganemos y PSOE) y 10 abstenciones (8 del grupo PP, 2 del grupo C’s). (Ver moción aprobada)
  58. Ayuntamiento El Campello (Alicante). Moción presentada por el Grupo Municipal Esquerra Unida (pendiente de su discusión en pleno el 29 de septiembre). (Ver moción)
  59. Ayuntamiento de Fortuna (Murcia). Moción presentada por Izquierda Unida y aprobada por unanimidad.
  60. Ayuntamiento de Llerena (Badajoz). Moción presentada por Izquierda Unida y aprobada por unanimidad el 27 de septiembre de 2016. (Ver moción aprobada)
  61. Diputación de Jaén. Moción aprobada por unanimidad.
  62. Ayuntamiento de San Fernando de Henares (Madrid). Aprobada la Moción en el Pleno Municipal del 20 de octubre de 2016.
  63. Ayuntamiento de Moralzarzal (Madrid). Aprobada la Moción presentada por la Concejalía de Bienestar Social en el Pleno Ordinario del 3 de noviembre de 2016, con los votos a favor de Moralzarzal en Común (2), PSOE (1) y VMP! (5) y la abstención del Partido Popular (6).
  64. Ayuntamiento de Valdepeñas (Ciudad Real). Moción conjunta presentada por los grupos políticos municipales Socialista, Popular, Izquierda Unida – Ganemos y UCIN. Aprobada por unanimidad el 7 de noviembre de 2016. (Ver moción aprobada)
  65. Ayuntamiento de Oviedo (Asturias). Aprobada moción el 8 de diciembre de 2016 contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual en el pleno de Oviedo. Votos a favor: IU, PSOE y PP. Abstenciones de CIUDADANOS y SOMOS (Podemos).
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