Reseña al libro: El pensamiento heterosexual de Monique Wittig, por Encarna Segura (MDD).
El pensamiento heterosexual y otros ensayos, Monique Wittig. |
"Para las mujeres, responder a la cuestión del sujeto individual en
términos materialistas consiste, en primer lugar, en mostrar, como lo hicieron
las feministas y las lesbianas, que los problemas supuestamente subjetivos,
«individuales» y «privados» son, de hecho, problemas sociales, problemas de
clase; que la sexualidad no es, para las mujeres, una expresión individual y
subjetiva, sino una institución social violenta. Pero una vez que hayamos
mostrado que todos nuestros problemas supuestamente personales son, de hecho,
problemas de clase, aún nos quedará responder al problema del sujeto de cada
mujer, tomada aisladamente; no el mito, sino cada una de nosotras. En este
punto, creo que sólo mas allá de las categorías de sexo (mujer y hombre) puede
encontrarse una nueva y subjetiva definición de la persona y del sujeto para toda
la humanidad, y que el surgimiento de sujetos individuales exige destruir
primero las categorías de sexo, eliminando su uso, y rechazando todas las
ciencias que aún las utilizan como sus fundamentos (prácticamente todas las
ciencias humanas)."
"Porque no hay ningún sexo. Sólo hay un sexo que es oprimido y otro
que oprime. Es la opresión la que crea el sexo, y no al revés. Lo contrario
vendría a decir que es el sexo lo que crea la opresión, o decir que la causa
(el origen) de la opresión debe encontrarse en el sexo mismo, en una división
natural de los sexos que preexistiría a (o que existiera fuera de) la
sociedad"
"Ahora, como en otras épocas, los hombres están de un lado y las
mujeres de otro. Los <Unos> dominan y poseen todo, incluyendo a las
mujeres, los otros son dominados y apropiados. Creo que dada esta situación, en
el nivel filosófico y en el nivel político, las mujeres no deberían nunca
actuar desde el privilegio de ser diferentes y, menos aún, formular esta
obligación de ser diferentes (relegadas a la categoría del Otro) como un
"derecho a la diferencia", no deberían nunca caer en el "orgullo
de ser diferentes". ¿Por qué debemos continuar aceptando una serie de
triquiñuelas ontológicas, etimológicas y lingüísticas con el pretexto de que no
tenemos el poder? Desenmascararlas, decir que uno de cada dos hombres es una
mujer, que lo universal nos pertenece aunque hayamos sido desposeídas y
expoliadas a ese nivel, al igual que en los niveles político y económico, forma
parte de nuestro combate"
Monique Wittig |
-Una de las lecturas feministas que más interesante me ha resultado
últimamente es El pensamiento heterosexual, de Monique Wittig. Enmarcado dentro
del pensamiento materialista y precursora de la teoría queer, esta obra es una
recopilación de ensayos escritos entre los años 70 y 80 del siglo XX que vino a
revolucionar el campo de los estudios feministas y que no sólo no ha perdido un
ápice de actualidad sino que pude considerarse imprescindible para la lucha
feminista.
En palabras del profesor Pablo Pérez Navarro para Parole de queer:
"A decir de Wittig, las formas hegemónicas de entender la tarea del
feminismo, por una parte, y de teorizar el propio lesbianismo, por la otra,
permanecían atrapadas en lo que Simone de Beauvoir bautizó como el Mito de la
Mujer. Este no sería otra cosa que una construcción patriarcal de la que el
feminismo habrían extraído los rasgos que consideraban más positivos,
desechando el resto, para desarrollar unas políticas de la feminidad que no
podrían liberarse del elemento clave de la opresión patriarcal, desde el punto
de vista de Wittig: la división histórica de los sujetos en las categorías de hombre y mujer, y la institución de la
heterosexualidad como sistema político de dominación de las mujeres. Por ello,
el concepto de la diferencia sexual representaba para Wittig un punto de
partida teórico totalmente inadecuado para la lucha feminista. Tanto que se
trataba, más bien, de
una trampa del
sistema y de
un lastre para la
crítica radical de
la normatividad sexogenérica. De hecho, la construcción del Mito de la
Mujer quedaba asíidentificado como el primer eslabón del régimen político de
dominación de las mujeres(al que Wittig llamó “pensamiento heterosexual).
Desde su punto de vista, las categorías sexuales (hombre-mujer)
constituyen una oposición entre
clases sociales, en el sentido
marxista del término, definida por
las relaciones de explotación
de los hombres
sobre las mujeres. Es
por ello que
el feminismo, como lucha por la emancipación de una clase social,
implica en realidad una lucha por la desaparición de las categorías sexuales y,
en consecuencia, de las propias mujeres en tanto que clase social (del mismo
modo que la revolución del proletariado habría de terminar con la disolución de
esta clase en una utópica sociedad sin clases)."
Os recomendamos su lectura, podéis descargar el ensayo aquí:
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