Articulo de opinión de Isabel Burdallo, miembro del MDD.
Basado en una traducción
libre del artículo The world of Nigeria's
sex-trafficking 'Air Lords', publicado
por Sam Piranty el pasado 27 de Enero de 2016 en BBC News.
El envío de mujeres de los
países más pobres a los países “ricos” es un negocio que mueve millones. Un
ejemplo es Benin City, en Nigeria, centro productor de seres humanos traficados
destinados a prostitución; y Barcelona, en España, centro receptor de esos
seres humanos traficados destinados a prostitución.
¿Cómo
acaban estas mujeres en Barcelona?
Traficadas.
Algunas mujeres son engañadas
con ofertas falsas de empleo en supermercados o como limpiadoras. Otras saben
perfectamente que trabajarán como prostitutas en Europa. Es el caso de Destiny,
que tenía 19 años cuando fue traficada a España hace tres años. Ella sabía que
venía a dedicarse a la prostitución, pero nunca pensó que se convertiría en una
esclava sexual. “Si vives en Benin, ves muchas chicas que vuelven de España con
montones de dinero. Ellas nos cuentan que han tenido que tener sexo a veces
para ello. No somos estúpidas, pero lo que yo no sabía es que sería golpeada y
violada y obligada a tener sexo cada noche de la semana”.
¿Cómo es
el trayecto desde Nigeria hasta Barcelona?
Peligroso.
“Una de las chicas se paró preguntando
por agua. Al hombre no le gustó así que la dejó tirada en el desierto de Libya”
cuenta Sarah.
Los reclutadores buscan ahora
fuera de las principales ciudades para encontrar chicas que no hayan oído de
las advertencias de la vida real de las mujeres traficadas, o las historias de
aquellas como Destiny que han retornado y advierten ahora a otros de los peligros.
Una vez reclutadas, las chicas
son llevadas a Lagos o el norte de Nigeria, donde son recogidas por hombres
conocidos como “coyotes” o “trolleys”. El viaje a Europa es peligroso. Los
“coyotes” son parados por grupos armados en el desierto de Nigeria o en el sur
de Libya pidiendo miles de euros para pasar con las mujeres.
Una vez las chicas son
traficadas a lo largo del desierto, son cogidas por los “guardianes”, que
habitualmente las violan antes de cruzar a Europa. “Cuando llegamos a Libya nos
pusieron en una casa”, cuenta Sarah, una mujer traficada que llegó a España en
2013. “Fue entonces cuando supe que no iba a trabajar en un supermercado. Un
hombre nos vigilaba. Él quiso tener sexo con nosotras, nos violó. Quedé
embarazada. El viaje duró semanas.
Nosotras no éramos seres humanos para ellos. Éramos animales”.
Las mujeres que insisten en no
trabajar como prostitutas son atadas en una posición llamada “el cocodrilo”.
Sus manos son atadas a sus pies, y son dejadas así por días sin agua ni comida.
Algunas son dejadas morir como ejemplos a las otras.
Los guardianes normalmente
dejan embarazadas a las chicas antes de cruzar a España. Con niños o
embarazadas tienen una mayor oportunidad de no ser deportadas, y los hombres
pueden tener acceso a los niños como chantaje para mantener a las mujeres bajo
control.
Hace dos años, cuando Libya se
volvió demasiado peligroso, las chicas eran llevadas a Grecia, vía Yemen, Irán
y Turquia. Y ahora, como el Mediterráneo se ha vuelto cada vez más difícil de
cruzar, se han comenzado a utilizar los aeropuertos de UK más frecuentemente.
¿Qué les
espera en Barcelona?
Violencia.
La mayoría de las mujeres que
llegan a Europa viven en pisos con otras pocas mujeres y su madame – casi siempre una mujer
traficada que ha conseguido pagar sus deudas. Las chicas llegan sabiendo que
han de ganar una suma, que puede oscilar entre los 30.000 a 60.000 euros antes
de ser libres. Las madames de
bajo-rango merodean las calles, muchas en la Rambla, la más turística calle de
Barcelona, mandando constantemente mensajes de texto y llamando a sus chicas
para saber dónde están. A las chicas se les dice que han de ganar sobre 500
euros la noche para no estar en la lista negra de la madame. Pero los clientes, la mayoría turistas, pagan no más de 20 euros por sexo, por lo que es normalmente
imposible.
Después de una noche de
trabajo las chicas vuelven a casa y dividen sus ganancias en tres partes. Una
parte es para pagar el piso, la segunda para pagar la comida, y la tercera va
para la organización criminal que las trajo a España. Si no han conseguido
suficiente dinero la madame las
golpea.
¿Qué les
espera en Benin?
Miedo.
La organización criminal que
las traficó se asegura que las familias de las chicas son amenazadas si las chicas
se salen del camino marcado. Los miembros de sus familias son secuestrados y
“desaparecidos” cuando las chicas se niegan a pagar a sus madames. Jessica, una mujer
traficada a España en 2009 dijo que sus hijas, ahora en la veintena de edad,
dejaron Benin para escapar de la organización. Una está en Dubai, la otra en
Marruecos esperando para cruzar a España. Pero al escapar de unos traficantes se
han puesto en las manos de otros. "Para pagar su deuda, ellas también se
tienen que prostituir” comenta Jessica.
Trágicamente, este no es un
caso aislado.
¿Quién se
beneficia de este sufrimiento?
Los traficantes.
The Supreme Eiye Confraternity
(SEC) también conocidos como the National Associatin of Air Lords, son un grupo
organizado que se formó en la Universidad de Ibadan en los 70, con la intención
de contribuir positivamente a la sociedad. Pero el hecho es que muchos de sus
miembros han sido arrestados por delitos y violencia en Nigeria y en el
extranjero. Son un grupo de traficantes de seres humanos y narcóticos (cocaína
y mariguana) y falsedad de pasaportes. También facilitan el trasporte de
petróleo robado hacia Europa.
Este tipo de organizaciones
criminales no pueden ser desarticuladas. Arrestar a las madames y sacar a las mujeres de las calles simplemente incrementa
la demanda de nuevas mujeres de Nigeria. Es una organización criminal, dirigida
por hombres, que operan por todo el mundo. Europa, Norte, Sur y Este de África,
Norte y Sur América, Medio Este y Asia. Es una red que requiere una respuesta
policial global.
“El tamaño de la red implica
que los que son arrestados son reemplazados de inmediato” dice Xavi Cortés,
policía catalán.
¿Quién es responsable de este sufrimiento?
La sociedad.
“El problema no es si ellas
quieren o no prostituirse, sino la demanda: por qué los hombres quieren
acostarse con mujeres que no les desean. Cómo pueden llegar a vivir ese acto
sexual sabiendo que esa mujer no les desea, que lo único que quiere es el
dinero. En este sentido, señala
Amelia, superviviente traficada, no hay que buscar cuántas mujeres están
viviendo esta situación, sino cuántos hombres son puteros.
En el capitalismo los pobres
existimos para servir a los ricos. En el patriarcado las mujeres existimos para
servir a los hombres. En la prostitución, intersección entre los dos sistemas,
las mujeres pobres somos mercancía para servir a los hombres.
¿Cómo acabar con esto?
Red Libre de
Trata
Cambiar el destino de las mujeres
y hombres que están en la prostitución pasa por plantear un sistema
económico justo y sostenible que incorpore en igualdad a ambos sexos.
Cambiar su destino pasa por perseguir a las mafias y no favorecer su
instalación en nuestro país con leyes permisivas y con modelos
económicos basados en el ladrillo o en “Eurovegas” en nuestras ciudades.
Cambiar su destino pasa por transformar la mentalidad de esos varones,
no sólo con multas que les quiten las ganas sino con una educación que obligue
a los medios a cambiar la imagen de la mujer como objeto sexual y a los hombres
a corresponsabilizarse emocional y vitalmente. Cambiar su destino pasa
porque los derechos de las mujeres dejen de ser derechos de segunda y
pasen a formar parte de verdad de los derechos humanos.
Se dice que la prostitución
siempre ha existido, dicen. También las guerras, la tortura, la esclavitud
infantil, la muerte de miles de personas por hambre. Pero esto no es prueba de
legitimidad ni validez. Tenemos el deber de imaginar un mundo sin
prostitución, lo mismo que hemos aprendido a imaginar un mundo sin
esclavitud, sin apartheid, sin violencia de género, sin infanticidio ni
mutilación de órganos genitales femeninos. Sólo así podremos mantener una coherencia
entre nuestros discursos de igualdad en la sociedad y en la educación y las
prácticas reales que
mantenemos y fomentamos.
Por eso nace la red
de Municipios libres de trata de mujeres y menores para la explotación sexual,
para que cada municipio se implique activamente, hoy más que nunca, en esta
lucha por la igualdad de hombres y mujeres apostando por la abolición de la
prostitución empezando este compromiso por unirnos a la red de ciudades libres
del tráfico de mujeres, niñas y niños destinados a la prostitución.
Nota: Este artículo se enmarca en la sección Actualitat
Feminsita de libre publicación del blog del MDD, cuyo objetivo, es promover la
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hace responsable ni del contenido ni de la forma de los artículos publicados en
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de género.
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