dimarts, 4 de juliol del 2017

OMERTÁ PATRIARCAL (por Encarna Segura)


 
 
Omertá es un término perteneciente a la jerga mafiosa que denomina la lealtad y el silencio con el que se protegen y amparan unos a otros los miembros de "la familia". El objetivo es el de mantener a salvo la organización y defender los intereses del clan cuando sus acciones son denunciadas y perseguidas por la ley.
Nadie sabe nada, nadie ha visto nada, nadie ha hecho nada.
El término es perfectamente aplicable a la lealtad de la fratría masculina, cuya inmensa mayoría permanece silenciosa ante el machismo cotidiano, las desigualdades y la violencia de género. El objetivo en este caso guarda el mismo paralelismo, la defensa del patriarcado y de los privilegios que la mayoría obtienen de la desigualdad, el abuso y la explotación de las mujeres, y del control  obtenido sobre todo el colectivo femenino cuando se atemoriza a todas a través de la violencia, las violaciones y los asesinatos machistas que perpetran cientos de miles de "los suyos" sobre otras tantas mujeres.
Pero ninguno parece saber nada, ni ver nada ni mucho menos haber hecho nada.
La omertá patriarcal recorre todos los ámbitos de la sociedad con su terrorífica complicidad silenciosa, en la que se amparan los violentos para seguir campando a sus anchas.
Desde el ámbito doméstico hasta los medios de comunicación, parece que la mayoría de los hombres no tienen la menor idea de que, a 5 de julio y continuando con la macabra estadística de un año tras otro, han sido asesinadas 55 mujeres y 4 menores de edad a manos de otros hombres,  que otras tantas podrían ya estar sentenciadas a muerte y van a ser ejecutadas en los próximos meses, que cientos de miles sufren violencia física continuada,  que cientos de miles son explotadas sexualmente, y que miles y miles son víctimas cada año de violación y abusos sexuales.
¿Y nadie sabe nada, ni ha visto nada ni ha hecho nada?
La omertá patriarcal resulta indignante en los medios de comunicación cuando se informa sobre violencia machista extrema, donde las mujeres a menudo no son asesinadas, "aparecen muertas", quizás víctimas de algún hecho circunstancial sin aparente conexión con la violenta estructura patriarcal que soportan, y en donde los hombres que las ejecutan son con frecuencia disculpados o justificados, y ellas responsabilizadas por no haber denunciado, no haberse alejado a tiempo del maltratador e incluso haber provocado al asesino de alguna manera.
Resulta especialmente repugnante cuando hace unos dias leíamos que una niña de 13 años fue violada por un grupo de adolescentes, y el autor del artículo responsabiliza a la menor y a sus padres preguntándose escandalizado qué hacía esa niña en la playa la noche de San Juán, en lugar de horrorizarle, como mínimo, que nuestras hijas corren peligro de ser atacadas en cualquier lugar y momento por otros hombres.
La omertá patriarcal que va del entorno privado al público pasando por lo político y lo mediático, nos resulta ya insoportable.
Ya no soportamos más tanto silencio cobarde. La erradicación de la violencia machista y el patriarcado pasa necesariamente por la implicación de los hombres y requiere que dejen de banalizar, amparar y hasta celebrar los comportamientos violentos y abusivos de otros hombres, empezando por los de su entorno, hacia las mujeres.
Es necesario que reconozcan su propio machismo y que tengan la honestidad y la valentía de abandonar sus privilegios y respetar de una vez por todas la dignidad y la vida de las mujeres: de sus parejas, sus hijas, sus hermanas, sus madres, sus amigas, sus compañeras y de cualquier otra mujer, conocida o no, tenga el lugar que tenga en la sociedad.
La omertá patriarcal es un mandato de silencio que ampara a los violentos, que beneficia a todos los hombres en mayor o menor medida, que le cuesta la vida a miles de mujeres a diario por todo el mundo y que revela una inmensa bajeza moral y ética despreciando vergonzosamente los derechos humanos de sus iguales, las mujeres, y beneficiándose de ello.
¿Hasta cuando este silencio?
Encarna Segura, MDD Catalunya.



Nota: Este artículo se enmarca en la sección Actualitat Feminsita de libre publicación del blog del MDD, cuyo objetivo, es promover la participación de las lectoras y lectores. El Moviment Democràtic de Dones no se hace responsable ni del contenido ni de la forma de los artículos publicados en esta sección, que no son editados. Puedes mandar el tuyo a mddonescat@gmail.com. Rogamos claridad, concisión y buena ortografía y una buena dosis de perspectiva de género

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